domingo, 1 de marzo de 2009

Las Tres Damas, Encuentros Inesperados, 4.2

Aragorn y Boromir llegaron muy animados, la cacería había sido todo un éxito, varios grandes ciervos ya estaban siendo preparados par la cena de la noche junto con otros platos que la gente de la cocina se afanaba en preparar de la manera más exquisita.
Boromir se dirigió a su alcoba para prepararse par la fiesta, pero aragorn se quedó en el gran salón, Gimli estaba a punto de llegar.

La llegada de Gimli y su compañía no llegó sin sobresaltos, primero los nueve enanos u un acompañante, que no era de esta raza, traían consigo varios barriles de cerveza de malta como regalo para el Rey. La cerveza de malta que hacen los enanos es de las mejores que se encuentra en Tierra Media, por no decir la mejor. Aragorn aceptó el regalo muy agradecido y cuando todo estuvo preparado para la cena especial los otros invitados fueron bajando.

Primero aparecieron Boromir y Éolywyn, estaba la dama de Rohan especialmente hermosa, se había colocado la redecilla que le regaló arwen y en verdad su cabello parecía brillar con mayor intensidad. La pareja se dirigió hacia Aragorn y Gimli que miraba a Boromir muy serio.
-Hola amigo Gimli, me alegro de volver a verte.
_Boromir – casi dijo susurrando el enano – es extraño volver a verte, pero cosas extrañas hemos vivido en los últimos tiempos… - Gimli sonrió acercándose a ellos y se detuvo delante de la mujer.
-Esta es Éolywyn de Rohan – la presentó Boromir.
-Sois muy hermosa – dijo Gimli haciendo una ligera inclinación – más que cualquier mujer rohirrim que haya conocido, y ahora muy a menudo visito vuestras tierras.
-Conozco vuestro emplazamiento en las Cavernas Centelleante – dijo amablemente Éolywyn – y me gustaría visitarlas un día.
-Siempre que queráis, las cuevas de Aglarond son una maravilla dignas de ver – dijo muy orgulloso el enano.

De pronto, entraron alborotando Frodo y Valentina, y Gimli soltó una carcajada al ver de tan buen aspecto a Frodo. Pero el alboroto formado era más por culpa de Valentina que del discreto y sonriente Frodo.
En el salón había dos compañeros que llegaron junto a Gimli y los suyos, se trataba del hobbit Hildibrand Montearbolado y Grimgi el enano, nada más verlos, Valentina dio un grito y saltó corriendo para saludarlos, Frodo se quedó un tanto sorprendido por la reacción de su esposa, pero enseguida el enano Gimli se acercó a él abrazándolo con fuerza y haciéndole un montón de preguntas.

Valentina cruzó con avidez el gran salón y se abrazó con fuerza a Hildi, ante los dos amigos sorprendidos por la presencia en aquel lugar de su compañera de aventuras, Hildi pronunció el nombre de la hobbit:
-¡Valentina!, pero…¿qué haces aquí?
-¡Oh!, Hildi, Grimgi, ¿cómo estáis?, ¡Cuánto tiempo sin veros!
-Pelopaja y yo hemos decidido probar suerte con estos mis parientes – dijo el enano acariciando sus trenzadas barbas.
-Valentina estás tan…, tan bonita – dijo Hildi muy emocionado, la verdad es que la hobbit muy coqueta se había puesto un bonito vestido azul y el broche que le regaló Arwen. Ella sonrió acariciándose los rizos y en esto que apareció Frodo, muy tranquilo con las manos metidas en los bolsillos.
-Hola, soy Frodo, Frodo Bolsón, el esposo de Valentina – dijo sonriendo y extendiendo una mano hacia Grimgi y Hildibrand.

Hildi se quedó algo serio, “entonces”, pensó, “Valentina consiguió lo que deseaba”.
-¡Oh, Frodo!, estos son mis amigos, los que me ayudaron cuando me secuestraron – dijo Valentina comenzando la presentación – éste es Grimgi, hijo de Grumgi, hijo de Gramgi, del Pueblo de Durín – y el enano sonrió satisfecho y orgulloso.
-Es todo un honor conocer al Portador del Anillo – dijo Grimgi inclinando ligeramente la cabeza.
Frodo le devolvió el saludo.
-Y éste es Hildibrand Montearbolado, su familia vive más allá de las Colinas de las Torres.
-Si – prosiguió Hildi – hace tiempo que abandonaron la Comarca y hace mucho que yo los abandoné, ahora llevo una vida errante y aventurera, como Valentina te debió contar.
-Bueno, mi esposa no suele hablar mucho de aquellos nefastos días, sus recuerdos la horrorizan – contestó Frodo.

Hildi miró a Valentina que estaba algo colorada:
-¿Todo lo que viviste con nosotros te horrorizó?
-¡Ejem!, bueno, todo no…, no del todo, todo…, todo…, no, todo lo que paso no fue tan malo, quiero decir…, no todo tan…, tan horroroso como el dulendino…, no…, bueno…, lo del tesoro, no y lo del be…, quiero decir eso…, bueno…, que…
-¡Déjalo! – gritó exasperado Grimgi, la hobbit siempre lo ponía nervioso.

Entonces, se hizo un silencio en la sala, todos giraron sus cabezas hacia la escalinata bien iluminada y allí descendiendo, etérea y mágica, Arwen Undomiel hizo acto de presencia. Los alientos se contuvieron y las miradas se dirigieron únicamente hacia ella, la estrella más hermosa que aún brillaba con intensidad en Tierra Media.

Arwen descendió con lentitud y al pie de la escalinata Aragorn, el Rey Elessar, la esperaba hechizado por su belleza, le ofreció su brazo y ella posó con suavidad su mano en él, así entró la reina para dar la bienvenida Gimli y sus compañeros, y así dio comienzo la gran fiesta en Tolfalas.


continuará...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Me está encantando...otra vez...por cierto, a ver cuando terminas con la aventura de Valentina, que la tienes perdida por Tierra Media...

Anónimo dijo...

Ya sabes, la que tiene con Hildi y compañía...

Maeglin dijo...

Varios grandes ciervos ya estaban siendo preparados para la cena de la noche Ajá Aragorn y Boromir al más puro estilo Bermejo y Garzón. Jajajaja.
Ummm saltan chispas entre Hildi y Valentina mucho habrá que contar de estos dos.

The Darkness Joe dijo...

Todo ganaría encanto con un apuesto pirata de Ûmbar que "secuestrase" alguna de las bellas damas de sus aburridas vidas cortesanas.